Perteneciente en su tiempo a la familia Hidalgo debe su nombre al pago que se hacía a la Iglesia. De grandes proporciones sorprende la sensación de estar dentro de una cueva. Al derrumbarse por abandono unas casas contiguas, ahora la bodega tiene luz natural por medio de una ventana que se abre al actual jardín de La Casa, construído sobre los solares de las casa caídas. Desde esta bodega se pasa a la siguiente, conocida de siempre como La Imagen.